El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se origina en las células del tejido mamario. Es una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más común en estas últimas. Se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en la mama, que pueden formar tumores malignos.
El cáncer de mama puede presentar síntomas como la presencia de un bulto en la mama, cambios en la forma o tamaño de la mama, secreción anormal del pezón, enrojecimiento de la piel o dolor en la mama. Sin embargo, en sus etapas tempranas, puede ser asintomático, lo que resalta la importancia de las mamografías regulares como método de detección precoz.
Los factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama incluyen antecedentes familiares, predisposición genética, edad avanzada, terapia hormonal, obesidad y consumo de alcohol.
El diagnóstico se basa en la evaluación de pruebas como mamografías, ecografías, resonancias magnéticas y biopsias. El tratamiento varía según la etapa del cáncer e incluye cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal y terapias dirigidas.
La detección temprana y los avances en el tratamiento han mejorado las tasas de supervivencia del cáncer de mama. La concienciación sobre la importancia de la autoexploración mamaria y las revisiones médicas periódicas son cruciales para la prevención y el diagnóstico precoz.
En resumen, el cáncer de mama es una enfermedad grave que afecta a las células de la mama y puede ser mortal si no se detecta y trata a tiempo. La detección temprana y la atención médica adecuada son esenciales para mejorar las posibilidades de supervivencia y calidad de vida de quienes lo padecen.