La Agencia Espacial informó que el meteorito que chocó en Texas viajaba a unas 27,000 millas por hora lo que representa unas 35 veces la velocidad del sonido
La NASA confirmó que un meteorito impactó en el estado de Texas, específicamente al oeste de McAllen. La caída del meteorito ha sido objeto de especulación durante los últimos días, ya que los habitantes de la zona aseguraron haber escuchado una explosión, pero no estaban seguros de su origen.
El impacto ocurrió el 15 de febrero, pero no fue sino hasta pasados unos días que la NASA pudo confirmar la existencia del meteorito y su ubicación exacta que se hizo público. El objeto se estima que tenía un peso aproximado de 1,000 libras y viajaba a una velocidad de 27,000 millas por hora, lo que representa casi 35 veces la velocidad del sonido.
You can hear the meteorite explosion #Mcallen #Mission pic.twitter.com/W2Eb1Yci5o
— audeez (@disdikmark) February 16, 2023
La NASA Meteor Watch precisó que según los datos que manejan el meteorito se rompió en múltiples fragmentos a una altura aproximada de 21 millas, por lo que los restos quedaron esparcidos en la zona.
“Aunque los meteoritos tienden a golpear la atmósfera terrestre a altas velocidades, se ralentizan a medida que viajan a través de la atmósfera, rompiendo en pequeños fragmentos. Los meteoritos se enfrían rápidamente y en general no son un riesgo para el público”, dijeron desde la Agencia Espacial.
De acuerdo a la NASA, se estima que un objeto del tamaño del meteorito que impactó en Texas, que tenía aproximadamente 1,000 libras, cae en la Tierra cada pocos años. Sin embargo, la gran mayoría de estos objetos impactan en áreas deshabitadas, como los océanos o regiones remotas del planeta, y no causan daño significativo.
Los impactos de meteoritos que causan daño significativo o que afectan a áreas pobladas son mucho menos frecuentes. Por ejemplo, el evento de Tunguska en 1908, que se cree que fue causado por la explosión de un objeto celeste en Siberia, destruyó más de 2,000 kilómetros cuadrados de bosque. Otro ejemplo es el meteorito de Chelyabinsk, que explotó sobre Rusia en 2013, causando daños a edificios y lesionando a más de 1,000 personas.
A pesar de que los impactos de meteoritos son relativamente raros, representan una amenaza potencial para la seguridad de la Tierra. La NASA y otras agencias espaciales en todo el mundo monitorean constantemente objetos cercanos a la Tierra que puedan representar una amenaza potencial para nuestro planeta. Se estima que hay alrededor de 25,000 asteroides cercanos a la Tierra de más de 140 metros de diámetro y que la probabilidad de que uno de ellos impacte en nuestro planeta es de aproximadamente 1 en 300,000 cada año. Es por eso que la vigilancia y el estudio de estos objetos celestes son de gran importancia para la seguridad de nuestro planeta.
Por Julián Castillo